Deseo, el mar

Rugiente ardor,
el golpe
de la espuma
de la ola
del deseo.

El timbre sordo
que arrastra
la cresta
que se estrella
en mi cabeza,
partiendo
en mil y un
destellos
las fantásticas
formas
que proyecto,
tras mis pasos.

Rumor de sal,
me invade
la marea,
incipiente
sensación
de venir e ir
sin cesar,
al ritmo
portentoso
del misterio
de la luna
que se mira
y se refleja,
en el ojo
de mi deseo.

Comentarios

Ismene Venegas ha dicho que…
ahora que el otoño a entrado y que la dirección del aire dominante es tierra-mar. a las olas en la costa de mi pueblo se les hace un como copete un gallito en la cresta que les peina sus cabellos de espuma hacia atrás.

que bonito escribes marquito. beso

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