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Mostrando entradas de 2007

Coleccionar palabras como objetos

En algún momento todos intentamos tener nuestros libros, películas o colores favoritos. De la misma manera, a través de lo que hablamos, escribimos y soñamos, vamos juntando palabras que nos apasionan. Estas nueve palabras que ahora escribo, me hipnotizan, puedo pasar horas pensando en ellas. Escribir sobre ellas me parece un buen homenaje a mis obsesiones: Deseo, mar, desierto, crepitar, saudade, simetría, ciudad, obsesión, Mogador.

Simetría del deseo

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Mi deseo se proyecta en varias direcciones y dimensiones. A veces toma la forma de una mujer, de un libro o de un proyecto. Comienzo a reconocer el golpe de la ola de mis deseos: una sensación de agitación y frenesí, como si girara alrededor de un eje invisible. Es como si quisiera remontar la ola que me transporta a un lugar desconocido. Mi cybereseo ha abierto un nuevo camino: el del fuego.

Las tortugas de Ende: Casiopea y La Vieja Morla

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Momo tenía una tortuga de nombre Casiopea. Su característica principal, aparte de ser amiga de Momo, es que se comunicaba con las personas a través de las letras que aparecían en su caparazón. Y si memoria no me falla, además tenía la habilidad de ver un poco en el futuro (cosa de media hora), lo que les permitía transitar por las calles sin toparse con los hombres grises de la caja de ahorros del tiempo. Y luego está la parte en que van a llegar a la casa del padre tiempo, en donde para entrar en su casa, mientras mas despacio caminan, más rápido llegan. Es decir, aplica el lema "despacio que voy deprisa". Hace tres días que mi tortuga, volvíó a abrir los ojos, después de un tratamiento con un antibiótico. ¿Cuál habrá sido su experiencia en estos días de total oscuridad? Además despertó en una pecera con oxígeno, un termostato y dos piedritas con unas formas curiosas. A esta tortuga, le pongo un nuevo nombre: "Casiopea". La reconozco de la otra porque a la hora d

Simetrias en la ciudad

La ciudad guarda diversas simetrías, unas expuestas a la luz de todos, otras sólo descifrables para algunos ojos. Miramos la ciudad de mil maneras diferentes: en mi caso particular, la ciudad en que despierto se transforma continuamente y cuando anochece, a veces vuelve a ser la misma, o puede ser diametralmente distinta. ¿Y si en realidad es la ciudad la que me sueña a mi?

Postergar . . .

Hace ya algunos meses, compré un par de tortugas japonesas con todo y su tortugario amarillo psicodélico que incluía su pequeña palmerita de plástico. Pues estas pequeñas mascotas han sido todas unas sobrevivientes de mi negilgencia y malos cuidados. Y tiene unas tres semanas que una de las tortugas dejó de comer sus camaroncitos. Me tardé dos semanas en darme cuenta de que no abría los ojos, y apenas ayer en internet me enteré que esta inflamación en los ojos es más o menos común y que tiene que ver con una dieta baja en proteínas. Hoy le fui a comprar unas gotitas y fue una verdadera hazaña intentarle limpiarle los ojos con un cotonete. Y no puedo evitar sentirme terriblemente culpable al escribir acerca de este terrible hábito de postergar. Es cierto que uno se exige mil cosas, piensa diez mil otras y acaba haciendo dos de ellas, ninguna verdaderamente importante. Pasamos la vida pensando que el tiempo (here it comes again) es infinito y que todo se podrá acomodar cual archivo en of

El Tiempo

23: Otro reloj muy respetado en Mogador es el mar con su conmovedora insistencia. Las olas van y vienen sobre las murallas sembrando en la ciudad una terca sensación de ritmo constante que todo lo toca. La humedad de la piel, de la ropa, de los rincones, de los libros y hasta del aire es una clara medida del tiempo. En Mogador, el tiempo es líquido. Afirman que cambia la sed y ayuda a los amantes en sus penetraciones. "Al amor, dale tiempo", es algo que se oye con frecuencia mientras se hace el gesto de untarse algo. Y se acompaña todo eso con una sonrisa. Alberto Ruy Sánchez, en Nueve veces el asombro Y de repente, el tema del tiempo aparece nuevamente en mi vida. Estudiar sus diferencias se ha convertido en un acto cotidiano en mi trabajo: matizo entre el tiempo como instante (lo que observamos en un cronómetro o reloj) y el tiempo como duración (un intervalo de tiempo). Aunque a mi lo que verdaderamente me apasiona, robándome tiempo, es pensar en cómo el hombre percibe el

Bebel Gilberto - Momento

Lenine

Teatro de la ciudad. 8:00 PM Una de las cosas que más disfruto de la Amistad es la posibilidad de compartir las sensaciones que te despierta ese viaje que significa la música. Esas travesías, donde se conocen entonaciones y emociones de diferentes colores, a veces parecen lejanas y exóticas y otras muy cercanas. Escuché a Lenine por primera vez hace bastante tiempo y conservo tres discos que son herencia de Adriana, que ahora goza de la capoeria en Bahia. Recibo el aviso de este maravilloso concierto por la pequeñita que vive y ama en Rio, y asistí al concierto con dos grandes chicas. El teatro nunca me había parecido tan íntimo, los sonidos de los metales combinada con la voz de Lenine me encantaron. Un berimbau zumbaba en mi cabeza y la letra de esta canción me sigue acompañando: Solidão, o silêncio das estrelas, a ilusão Eu pensei que tinha o mundo em minhas mãos Como um deus que amanhece mortal E assim, repetindo os mesmos erros, dói em mim Ver que toda essa procura não tem fim

Glorieta

Cada mañana, al pasar por la glorieta, circulo la solitaria simetría en donde todo converge: los pasos y caminos, el torbellino de inquietudes y pensamientos que giran alrededor de la vieja fuente, que ignora ser eje de simetría. El ensueño que cobija este barrio transformado por la precesión permanente, pasa siempre por los mismos lugares y nos regresa siempre a lo que somos, impulsado por la lenta e irresistible inercia de la ciudad.

Ciudad fractal

Arriba, desde lo alto, la ciudad descubre sus dendritas que se extienden y se alargan, a lo ancho y largo de la suave y fútil frontera: mancha gris desparramada, geometría que gana terreno sobre el frágil verde que nos rodea. Dentro, hacia nosotros, la ciudad se cuela por los poros y orificios que conforman esa otra frontera entre el afuera y la entramada red de caminos que recrean las calles y avenidas, los grandes parques, las solitarias alamedas. La ciudad dentro y fuera es la marca que llevamos indeleble e indecible y que guarda la secreta simetría, que se repite, y se refleja a si misma.

Nacer junto al mar

De haber nacido junto al mar el río de Heráclito habría sido un oceano de quietud inalterable, pero siempre cambiante: porque el mar que es uno solo y que es todos los mares, multiplica el reflejo de los colores de nuestros deseos. De haber nacido en el mar no escribiría versos nostálgicos de ola y sal camino al trabajo en el aletargado vaivén de esa otra onda que mece tranquila el viaje del pesero.

Deseo, el mar

Rugiente ardor, el golpe de la espuma de la ola del deseo. El timbre sordo que arrastra la cresta que se estrella en mi cabeza, partiendo en mil y un destellos las fantásticas formas que proyecto, tras mis pasos. Rumor de sal, me invade la marea, incipiente sensación de venir e ir sin cesar, al ritmo portentoso del misterio de la luna que se mira y se refleja, en el ojo de mi deseo.

Hoy

Una hoja se sostiene con esmero: cae el otoño.

Haiku

Cuando la voz del remo bate el mar se hielan mis entrañas de noche. Lágrimas. Buson

Exigencia

Casi palpable, mi exigencia comparte conmigo, la preocupación espartana por la limpieza en los remotos rincones de mi casa. Cuestiona sin reparos, sobre la forma más exacta y sutil, de acomodar los platos en el escurridor. Tiránica, vive en su propio y desquiciado intento de ser una exigencia perfecta: trabaja horas extras, esforzandose por sentirse completamente satisfecha, y me hace repetir, una y otra vez, el orden y la composición de las palabras de este poema.

Mar de casas en Tezonco

Gris el polvo: aire mancillado, periferia de ciudad. Desnudos los techos, esperan impacientes, a los ojos, que completen lo que las varillas y castillos nos sugieren: pisos imaginarios, que culminan en paredes de colores, rematadas con ventanas circulares: artificios del deseo que proyectan desafiantes las formas de los sueños y las fugas. Rojo el monte que contempla desgajado, el crecimiento inexorable de nuestros anhelos, que intentan cubrir el horizonte, con una fina capa gris de ensueño.

Lunes paseando por el centro

Lunes caminando por las calles del centro Atravieso un paisaje lunar, caminando por las calles del centro. Los cráteres emergen cual heridas sonrientes y sangrantes abiertas al cielo: flores de adoquines. Apenas los ruidos de las máquinas, los murmullos de los picos y las palas contienen los gritos de las calles que gimen sus años, la consistencia que sostiene nuestros pasos. La ciudad estoica, soporta nuestros caprichos. Conserva, intacta, su fatalidad de ciudad cambiante, y al mismo impenetrable forjada a fuerza de la exigencia de vivir en un ciudad nítida e impecable.

Cicatrices

Yo no vivo en una ciudad de rutas impecables, de asfaltos tersos satinados, que brillan y reflejan la luz del sol. Mis calles, que a penas con esfuerzo sostienen nuestros sueños, están llenas de grietas y de baches, con enmiendas que intentan, no sin cierto sentido de lo heroico, camuflar los innumerables vacíos, los trechos inconclusos por los que pasamos día a día. Cada cierto tiempo, varios hombres son contratados para abrir más hoyos, taladrar la piel oscura, injertar tubos, remiendos, tapando, volviendo llenar, extraño juego interminable: Llenar la ciudad de cicatrices, hacerla nuestra marcando las pausas y los espacios con que escribimos nuestra historia.

Mareo

a Mateo Barkovich El día en que el mar se metió en mi, yo había pasado toda la mañana en una alberca aprendiendo a bucear, a adentrarme en mi mismo. Para descansar, decidí darme un chapuzón en la playa contigua al hotel. Quizás en ese momento, el mar estaba meditando sobre todos los bañistas que se meten en él durante las vacaciones de verano y cómo equilibraría las cosas si el penetrara en la profundidad de un ser humano. El hecho es que al ser recibido por la primera ola, inmediatamente me sentí extraño: fuera y dentro de mi al mismo tiempo. El doctor adujo que se trataba de una pequeña infección en el oído, algo normal de unas vacaciones en la playa. En resumen: nada de que preocuparse, aunque no podría volver a bucear en mi vida. Pero yo sabía que algo había cambiado, algo había en mi que se contenía e intentaba desbordarse. Desde entonces, imperceptible, el mar recorre mis entrañas, se divierte jugueteando entre los líquidos de mi cuerpo. Supongo que no se aburre y que ha terminad

Tormenta en domingo 11:00 PM

Miro hacia mi, a mis partes oscuras: la mancha en la entrepierna, formada por los ostensibles cabellos, que sueñan con ser lunar, la profundidad en el ombligo, que se pierde, dentro, el eco de mi risa que amedrenta miedosa, mi nerviosismo, la inseguridad de vida en el mundo. Disimulo mi hastío y mi cansancio. Contengo, la tormenta que acecha en mis ojos. ¿Con quien estar enojado, esta noche? ¿Con la eterna sombra de mi exigencia, que siempre está ahí? ¿Con la voz, que me recuerda lo mezquino que soy, lo ruin que puedo ser? La perversidad se junta con los años quieta gana terrreno, resquicios dentro del cuerpo. Un día salta, acecha, se muestra orgullosa revestida. Derribo mil navíos interiores escudriño dentro, viejas vigas en podredumbre. Destruyo la herrería desvencijada por el paso de los años, el peso de las culpas, todo lo que encuentro es mio, todo tiene grabado todo tiene mi nombre. Duermo en la noche, con la tranquilidad, de la oscuridad, la quietud de los murmullos, de mi demon

kings of convenience - failure

failure |ˈfālyər| noun 1 lack of success : an economic policy that is doomed to failure | the failures of his policies. • an unsuccessful person, enterprise, or thing : bad weather had resulted in crop failures. • lack of success in passing an examination or test : exam failure. • a grade that is not high enough to pass an examination or test. 2 the omission of expected or required action : their failure to comply with the basic rules. • a lack or deficiency of a desirable quality : a failure of imagination. 3 the action or state of not functioning : symptoms of heart failure | an engine failure. • a sudden cessation of power. • the collapse of a business. ORIGIN mid 17th cent.(originally as failer, in the senses [nonoccurrence] and [cessation of supply] ): from Anglo-Norman French failer for Old French faillir (see fail ).

El mar en su nombre

Obertura Mar tranquilo y próspero viaje de Mendelssohn El mar en la ciudad recorre imperceptible las calles y avenidas, colándose entre los charcos, viajando en tuberías, grácil, divertido escondiendose, entre la tinta azul de las plumas-fuente. El mar, que habita cerca, se entretiene, anónimo en este océano de asfaltos y calles, de corrientes infatigables que transportan sueños y personas, en un mar, de pensamientos, buscando equilibrio, inmensidad. El mar habita tu nombre, comparte tus preguntas y el destierro, y en ciertos días del año, se congrega sigiloso a fuerza de tormentas, acumulandose en tus ojos desprendiendo, de cuando en vez, lágrimas que saben a sal.

Kings Of Convenience - Toxic Girl

Madre

En la vieja casa donde cada tarde las hordas de niños, hilvanan travesías y ensueños que pasan de uno a otro la entrada de un adulto irrumpe y jala a la niña que lleva al mar en su nombre, afuera del cuarto: Pronuncia las palabras que chocan con el martillo y el tímpano y suenan huecas: Tienes que ir a ver el cadáver de tu padre muerto. ¿Qué se puede entender, a los seis acerca del cuerpo, que es velado, en la mesa donde se toma el desayuno? ¿Qué marca deja el contacto con el frío pesado de ese otro sueño largo y profundo?

Prólogo de El otro, el mismo

Pater escribió que todas las artes propenden a la condición de la música, acaso porque en ella el fondo es la forma, ya que no podemos referir una melodía como podemos referir las líneas generales de un cuento. La poesía, admitido ese dictamen, sería un arte híbrido: la sujeción de un sistema abstracto de símbolos, el lenguaje, a fines musicales. Los diccionarios tienen la culpa de ese concepto erróneo. Suele olvidarse que son repertorios artificiosos, muy posteriores a las lenguas que ordenan. La raíz del lenguaje es irracional y de carácter mágico. El danés que articulaba el nombre de Thor o el sajón que articulaba el nombre de Thunor no sabía si esas palabras significaban el dios del trueno o el estrépito que sucede al relámpago. La poesía quiere volver a esa antigua magia. Sin prefijadas leyes, obra de un modo vacilante y osado, como si caminara en la oscuridad. Ajedrez misterioso la poesía, cuyo tablero y cuyas piezas cambian como en un sueño y sobre el cual me inclinaré después d

Mar adentro

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Navego en mis aguas, mar adentro, hacia la profundidad de lo que un día fui, hacia el instante de lo que ahora soy. Agua y sueño, mar tranquilo que circundo. Abajo, la arena, desierto, no mar. Llanura solitaria que se extiende, se pierde en el extraño horizonte, Transparencia que, retraza mi andar, le impone cadencia, le devuelve ritmo y olaeaje, a mis pasos que no dejan huella, sino palabras, que trazan sombras, signos que transcriben historias, que se traslapan, y se cuentan a si mismas. Arriba, cielo el mar, ondulante, juegos de reflejos, geometrías del deseo, reflejando mil y un consignas, formas que crean patrones. Sueño el mar, lugar que camino sigiloso, desnudo ante un cetáceo que pregunta por mi andar, mi sed y origen, que despabila inerme en el lecho marino.

Life On Mars

Seu Jorge

Periférico

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Rio de coches que es el Periférico marca mi camino de regreso, de la derrota contra el tiempo, que todo día impone. En esa hora, en que la soledad desgarra los últimos sueños de cada mañana, pasa un coche, a mi lado. Adentro, un amigo que regresa, y me regala una sonrisa: extraña confirmación de que todo viaje es un encuentro, inesperado. Acaso es este rio de luces y coches, que inundan la ciudad, el mismo rio, de Heráclito que nos recuerda, que nada es lo mismo, que nos somos los mismos, y que la noche, reivindica el desencuentro, con el que fuimos, al salir, temprano en la mañana.

Encuentro con dos amigos

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Recuerdos como lluvia, de una tarde de verano, marcan mi reencuentro con dos amigos: Atardecer en un pueblo italiano, en la provincia de Toscana en Popi enigmático nombre que nos persigue con gran alegría y nos recuerda el tiempo que queríamos tenerlo todo, conocerlo todo, incluso lo insignificante. Amanecer en Paris, en un departamento salido de una novela de Georges Perec, troisiéme etage, a droite. Casa de la mamá de Nicolás, petit prince, mezcolanza de culturas evidente al encontrar La Jornada junto al sillón. Hoy Federico es papá, camina a su trabajo y diseña arquitecturas virtuales de ciudades cyberespaciales. Nico regresó a su pequeño planeta, donde guarda, no sin descuido, a la pequeña rosa, en su corazón.

Reunión familiar

Aparecen tres filas en la vieja fotografía de una reunión familiar. Cualquier familia. No, la mía. En donde todos tienen asignado su sitio en la foto y en la vida. En el centro mi bisabuela, madre de trece hijos, anciana milenaria, mirada fuerte, con la frágil mezcla de dulzura y rigor. Sentados, a su lado, los hermanos hombres de mi abuela, niños grandes con trajes grandes, apenas los sostienen. Atrás y de pie, las mujeres de la familia maestras de profesión, madres, viudas, solteras desafiantes. Los niños en la primera fila, sentados, discretos, con una seriedad prestada y punzante, buscando también su lugar en el mundo. A excepción de estos niños, todos están ya muertos, Mi bisabuela muerta hace ya varias décadas, mi abuela muerta, Apenas hace un año Mi tía muerta, Apenas hace unos días. La última entre las mujeres, La última entre los adultos de esa familia de esta fotografía.

Desierto y mar

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El mar en mi nombre

De cierto mar surgen todos los versos: las palabras ganan ritmo, y origen, en el lento vaivén de la espuma de las olas, que cambia significados, entonaciones. De cuando en vez, una frase que naufraga navega solitaria, al pairo, bajo el sol hasta llegar a una playa, donde termina, junto a la arena, con sabor a sal. De cierto, el mar secreto esconde los abismos, las infamias. El mar recibe todo; desechos , dulces y terribles, la cuenta corriente de los sueños, las rutas de promesas, que navegan solitarias , sin rumbo, sin prefijo. Desierto, el mar se expande al infinito, llanura brava del azul vació, que se inventa que se sabe agua, que se sabe mar. E Incierto, recorre nuestas mentes habita nuestros nombres, nuestros versos. Y extiende ilimitado sus profundidades y sus misterios en lo más profundo hasta nuestros corazones.

Obsesiones: Dreams

Ultimamente, he reconocido lo tremendamente obsesivo que puedo ser (junto con lo terco, necio y sordo). Probablemente se deba a mi naturaleza capricornio. Me reconozco en mis obsesiones y en las obsesiones de los demás. Recuerdo que en los ahora lejanos ochenta, en la estación de radio Rock 101, programaron toda la noche la misma canción (ahora que hace varios años de esto, no tengo la certeza si se trataba de Boys Don´t Cry de The Cure o Stairway to Heaven de Led Zeppelin o si ambas tuvieron tal maratónica sesión). Escuché la canción de Dreams, hace ya un buen rato, en algún domingo en la mencionada estación de radio y me encantó. Durante un buen tiempo no supe quien la cantaba, ni de que exactamente se trataba. Finalmente escuché sobre Fletwood Mac y me compré inmediatamente el disco. Las diferentes canciones no me emocionaron (ni me emocionan), pero ahí estaba La canción, con la voz, los arreglos, el sonido de la soledad y del trueno transportandome a un lugar bastante lejano. Aho

O arte do encontro . . .

¿Cuál es la relación entre el maestro Vinicius, y la incertidumbre mencionada en el blog? La vida es el arte del encuentro . . . habla y canta Vinicius. Los encuentros están marcados por el azar y el destino, pero también por la búsqueda y predisposición cuando uno se ve ante ellos. Cada encuentro genera múltiples escenarios, una maravillosa e inquietante incertidumbre. Celebro muchos encuentros ultimamente: el encuentro conmigo mismo, con lo que siento, con mi tristeza, pero también con mi disfrute. El encuentro con mis letras, con la música, las palabras de los otros, en especial las de Vinicius. El encuentro con l@s @tros, sus gustos y disgustos, certezas e incertidumbres. El encuentro con mis años, con los años de los otros, con los apellidos, origenes, mitologias. Y en este mundo simétrico, los desencuentros también me marcan. Mi edad adulta empezó con un desencuentro. Eu sei e você sabe Já que a vida quis assim Que nada nesse mundo levará você de mim Eu sei e você sabe Que a dis

En el Zócalo, a las 4:30 am

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He entrado al Zócalo en diversidad de ocasiones: de curioso caminando sin rumbo por las calles del centro, en manifestaciones en mi época en la Universidad, en la defensa del voto por voto, casilla por casilla, hoy entré desnudo y acompañado de más de 10 000 personas. Fue una ocasión realmente memorable, algo que hay que contar y compartir. Fue relativamente fácil para mi, no hacerle caso a mis temores habituales. Llegar al Zócalo en la madrugada y encontrar a toda esa gente, con su bolsa de plástico en mano, hacía que uno se emocionara. Encontrarme con la Eli y el Jeros, también tuvo su significado especial. Entramos todos, con más preguntas que temores: ¿cuando nos teníamos que desnudar? ¿ibamos a tendernos en plena plancha del Zócalo? Mi pregunta interna es si iba a tener el valor de seguir adelante. Cuando Spencer Tunick dio la señal del desnudo algo mágico sucedió, todo en un minuto. Todo mundo comenzó a quitarse la ropa, en un acuerdo tácito que en ese momento, en ese espacio, l

Desnudez . . .

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Desnudo mis palabras y mi cuerpo. Miro hacia atrás, para avanzar hacia adelante. Hace algunos meses escribía: Cuentan que en la piel se lleva escrito las marcas del deseo; que basta una lectura minuciosa para entender de golpe, el mapa trazado de todos nuestros anhelos (los concientes y los inconcientes). Para leer el deseo, se empieza a buscar las cicatrices a partir de las comisuras de los labios. La piel forma un trenzado de líneas que se entrecruzan entre sí. Las líneas se extienden a través de la piel y trazan las espirales. Ultimamente comparto mi desnudez en lugares poco comunes: un temazcal, el Zócalo capitalino. Buscando el mar, la arena y el desierto me topé con un árbol en mi pecho! Crece desde mi ombligo, hacia arriba, ramas de vellos que crecen frondosas, ramificandose en mi cuerpo. Perder para encontrar . . .

Tristeza . . .

Dialética É claro que a vida é boa E a alegria, a única indizível emoção É claro que te acho linda Em ti bendigo o amor das coisas simples É claro que te amo E tenho tudo para ser feliz Mas acontece que eu sou triste... Breve e inmenso este poema de Vinicius. ¿Se puede tener todas las cosas, las simples y las complicadas, el amor, y al mismo tiempo estar triste? Hoy defiendo mi tristeza, que no es una tristeza seria, más bien es una tristeza juguetona e irreverente. La defiendo porque siempre me dijeron que tenía que sonreirle a todo, que no tenía que llorar porque soy hombre. Y mi tristeza simpre estuvo ahí, aún más triste, por abandonada e incomprendida. Hoy en las mañanas me acompaña, sale aún temerosa, recordando el encierro. Juguetea en la cocina, los muebles, los cuadros, por la mecedora, por mis recuerdos y mis sueños. Y estoy contento porque mi tristeza ahora es feliz . . .

34 años

Entro a mi edad adulta a un tiempo por mi postergado Observo mi imagen en el espejo, y me parece menos ajena, las canas empiezan a sentirse casi a gusto. Aprendo a compartir mi ignorancia y mi silencio A escuchar mi voz y mis palabras que buscan lo gradual y lo profundo, A caminar, hacia mi muerte, con paso lento, pero seguro.

De Vinicius para mis amigos . . .

Procura-se um(a) amig@ Não precisa ser homem, basta ser humano, basta ter sentimentos, basta ter coração. Precisa saber falar e calar, sobretudo saber ouvir. Tem que gostar de poesia, de madrugada, de pássaro, de sol, da lua, do canto, dos ventos e das canções da brisa. Deve ter amor, um grande amor por alguém, ou então sentir falta de não ter esse amor. Deve amar o próximo e respeitar a dor que os passantes levam consigo. Deve guardar segredo sem se sacrificar. Não é preciso que seja de primeira mão, nem é imprescindível que seja de segunda mão. Pode já ter sido enganado, pois todos os amigos são enganados. Não é preciso que seja puro, nem que seja todo impuro, mas não deve ser vulgar. Deve ter um ideal e medo de perdê-lo e, no caso de assim não ser, deve sentir o grande vácuo que isso deixa. Tem que ter ressonâncias humanas, seu principal objetivo deve ser o de amigo. Deve sentir pena das pessoa tristes e compreender o imenso vazio dos solitários. Deve gostar de crianças e lastimar a

Vinicius de Moraes

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Lo primero que uno asocia con Vinicius de Moraes es la garota de Ipanema, ícono del movimiento de Bossa Nova. Después me vine enterando mas de la vida de este personaje: carioca, abogado, poeta, músico, diplomático, casado ocho veces, el blanco mas negro de Brasil, hijo de Xango. Trabajó con mis mayores idolos de la música brasileña: Tom Jobim, Toquinho, Baden Powell. Escucharlo cantar es un gran placer. Cada poema de Vinicius es un descubrimiento: A maior solidão é a do ser que não ama. A maior solidão é a dor do ser que se ausenta, que se defende, que se fecha, que se recusa a participar da vida humana. A maior solidão é a do homem encerrado em si mesmo, no absoluto de si mesmo, o que não dá a quem pede o que ele pode dar de amor, de amizade, de socorro. O maior solitário é o que tem medo de amar, o que tem medo de ferir e ferir-se, o ser casto da mulher, do amigo, do povo, do mundo. Esse queima como uma lâmpada triste, cujo reflexo entristece também tudo em torno. Ele é a angústia

Intro

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En 1927 el físico Werner Heisenberg formuló el principio de incertidumbre en el que se afirma que no se puede determinar, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, por ejemplo, la posición y el momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado. Ismael Serrano, cantautor español, a partir de este principio dice: Nada esta escrito/la historia no ha terminado/quizá los siguientes días sigan siendo terribles y grises/ puede ser, pero puede que no/puede que todo cambie, que los días que tienen que venir, abran ventanas a la esperanza/este puede ser un buen comienzo/un buen principio de incertidumbre. Le tomo la palabra . . .