Palabras

Una de los grandes privilegios de ser padre, es ver a tu hija asir al mundo a partir del lenguaje. En lo que parece ya un momento muy lejano, Camilita llego a dominar 20 palabras. Ahora su guau-guau se transformó en perro, ñam-ñam en comida, y muy recientemente empieza a formar frases de todo tipo: agua pura, no puedo, ¿salir papá? Uno se derrite al ver su desesperación al no darse a entender, y nosotros sólo atinamos a responderle  que si. Ayer, le preguntaron el nombre de su papá. Nunca antes escuchar Marco me había llenado tanto el corazón.

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