Desnudez . . .


Desnudo mis palabras y mi cuerpo. Miro hacia atrás, para avanzar hacia adelante. Hace algunos meses escribía:

Cuentan que en la piel se lleva escrito las marcas del deseo; que basta una lectura minuciosa para entender de golpe, el mapa trazado de todos nuestros anhelos (los concientes y los inconcientes). Para leer el deseo, se empieza a buscar las cicatrices a partir de las comisuras de los labios. La piel forma un trenzado de líneas que se entrecruzan entre sí. Las líneas se extienden a través de la piel y trazan las espirales.

Ultimamente comparto mi desnudez en lugares poco comunes: un temazcal, el Zócalo capitalino. Buscando el mar, la arena y el desierto me topé con un árbol en mi pecho! Crece desde mi ombligo, hacia arriba, ramas de vellos que crecen frondosas, ramificandose en mi cuerpo.

Perder para encontrar . . .

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